A las 9 y cuarto de la mañana estabamos ya unos cuantos preparando las herramientas y maquinaria que ibamos a utilizar en esta mañana de taller de horticultura.
Lo primero que hicimos fue acolchar las plantas más delicadas de nuestro huerto, así que con paja de hace dos años que para poco más que esto servía fuimos cubriendo los planteros de borraja, bisaltos y zanahorias. La borraja de simiente ha salido muy bien bajo el túnel de plástico, pero las que pusimos ya en planta se empezaba a resentir de las frías mañanas de marzo, así que despues de acolchar las cubrimos con un largo túnel de 20 metros. Las zanahorias todavía no han brotado pero es normal, son muy lentas en germinar así que para echarles una mano acolchamos la zona con abundante paja y luego regamos la reseca tierra.
Entre todos los que estabamos fue una tarea rápida y dió tiempo tambien para cavar un poco las lechugas y acelgas que empezaban a tener una ligera costra en la zona regada.
De allí nos fuimos algunos a segar el resto de hierba de la zona de los frutales, otros a limpiar al lado de la acequia un cuadro de 2x1 metros para el compostador y David preparó otro cuadro de otros 2x1 metro para el mini invernadero de los planteros. También había siempre alguno de nosotros preparando la regadera principal que llevará el agua a las patatas, calabacines, calabazas y melones. Esta era una tarea más ardua y había que turnarse de vez en cuando.
El compostador quedo a medias, pero con algo más de tiempo dedicado el domingo y lunes se ve perfectamente, del pequeño invernadero poco más se pudo hacer que nivelar el terreno, la pradera de hierba quedó totalmente segada y la regadera principal casi a la mitad de su ejecución.
Almorzamos y cuando acababamos llego Joaquin que nos iba a dar unas pequeñas nociones de poda en frutales, y ahí estuvimos observando manzanos, ciruelos, perales, melocotoneros y demás árboles y aprendiendo el porqué de la poda y las variaciones que ha ido sufriendo la fruticultura a lo largo de estos últimos 100 años, realmente fue algo sorprendente oir sus explicaciones de algo que en principio parecía tan sencillo.
Sobre las 13:30 horas cada cual se fue a su casa.
Mariví y yo volvimos el domingo al hortal y aparte de pasar la moto azada por la zona donde van a estar plantadas la patatas, seguir haciendo regadera y adelantar bastante el cajón compostador estuvimos charlando animadamente una buena parte de la mañana.
Lo primero que hicimos fue acolchar las plantas más delicadas de nuestro huerto, así que con paja de hace dos años que para poco más que esto servía fuimos cubriendo los planteros de borraja, bisaltos y zanahorias. La borraja de simiente ha salido muy bien bajo el túnel de plástico, pero las que pusimos ya en planta se empezaba a resentir de las frías mañanas de marzo, así que despues de acolchar las cubrimos con un largo túnel de 20 metros. Las zanahorias todavía no han brotado pero es normal, son muy lentas en germinar así que para echarles una mano acolchamos la zona con abundante paja y luego regamos la reseca tierra.
Entre todos los que estabamos fue una tarea rápida y dió tiempo tambien para cavar un poco las lechugas y acelgas que empezaban a tener una ligera costra en la zona regada.
De allí nos fuimos algunos a segar el resto de hierba de la zona de los frutales, otros a limpiar al lado de la acequia un cuadro de 2x1 metros para el compostador y David preparó otro cuadro de otros 2x1 metro para el mini invernadero de los planteros. También había siempre alguno de nosotros preparando la regadera principal que llevará el agua a las patatas, calabacines, calabazas y melones. Esta era una tarea más ardua y había que turnarse de vez en cuando.
El compostador quedo a medias, pero con algo más de tiempo dedicado el domingo y lunes se ve perfectamente, del pequeño invernadero poco más se pudo hacer que nivelar el terreno, la pradera de hierba quedó totalmente segada y la regadera principal casi a la mitad de su ejecución.
Almorzamos y cuando acababamos llego Joaquin que nos iba a dar unas pequeñas nociones de poda en frutales, y ahí estuvimos observando manzanos, ciruelos, perales, melocotoneros y demás árboles y aprendiendo el porqué de la poda y las variaciones que ha ido sufriendo la fruticultura a lo largo de estos últimos 100 años, realmente fue algo sorprendente oir sus explicaciones de algo que en principio parecía tan sencillo.
Sobre las 13:30 horas cada cual se fue a su casa.
Mariví y yo volvimos el domingo al hortal y aparte de pasar la moto azada por la zona donde van a estar plantadas la patatas, seguir haciendo regadera y adelantar bastante el cajón compostador estuvimos charlando animadamente una buena parte de la mañana.